Apenas unos cuantos pesos...
Josè María Mena Rentería
“No es nada… unos cuantos pesillos”. Tal comentario emitió un regidor del Cabildo de Torreón durante la última semana de octubre pasado al dar su opinión en torno al incremento del 4 por ciento que a partir de enero de 2013 gravará al impuesto predial, y al DAP, (derecho de alumbrado público), tras su aprobación por el cuerpo edilicio.
Otro impuesto, en ese marco, será el que a partir de 2013 aplicará a empresas que utilizan redes subterráneas por un monto no precisado, al menos hasta el momento de llevarse a cabo la reunión mencionada.
Enfoque, para el caso, es que, según el decir del regidor en cuestión, un 4 por ciento de incremento para el monto de dichos impuestos no es nada… apenas unos cuantos pesillos, como dijera. Afirmativo, siempre y cuando la administración municipal en turno -desde su inicio- hubiese aportado resultados que en todos los órdenes no alcanzan a visualizar, ni con la mejor intención, contribuyentes cuyo pan de cada día son desazonadas exhibiciones originadas por tropiezos en un ámbito oficial plagado de premuras de ésas que obligan continuamente a demoras y a pagos parciales por servicios que contratados con proveedores deben ser saldados en tiempo y fecha, conforme a lo estipulado por compromisos previamente establecidos y, por lo que acontece, reducidos a la condición de letra muerta.
Infiere tal acontecer a necesidades comunitarias insoslayables como es el de mantener los perímetros urbano y suburbano libres de los residuos que a diario expulsan.
¿Qué necesidad hay de que proveedores, como los involucrados en ese aspecto, tengan que -de una u otra forma- recordarle al municipio que pague oportunamente por el servicio que se le proporciona?
Igual situación es referente al gasto de energía eléctrica. Otro capítulo conforma el tomar, a sabiendas, recursos de donde no se debe. Todo, en aras de lo que semeja la práctica “política” de “abrir un pozo para tapar otro” con consecuencias y efectos que se han tornado cotidianos.
Así, alejado de toda congruencia está eso de sostener “no es nada…unos cuantos pesillos”, frente a contribuyentes gravados con… minucias, según el aleve decir de un regidor.
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